La judía Yardlong

La judía Yardlong

Durante el verano, las judías verdes se venden en abundancia en su tienda asiática, y si siempre ha pensado que no son tan diferentes de las judías verdes comunes, piénselo otra vez. Las judías verdes crecen en una planta que produce judías comestibles, mientras que las judías verdes crecen en enredaderas. Al igual que las judías verdes, las judías verdes son las vainas inmaduras de estas enredaderas, que crecen rápidamente en climas cálidos como el del Sudeste Asiático. Las vainas pueden crecer varios centímetros en un día; la longitud media oscila entre un metro y un metro y medio.

Aunque su sabor es similar al de las judías verdes, su textura es distinta. A diferencia de las judías verdes, que pueden saborearse al vapor o hervidas, las yardlong se encharcan y se vuelven insípidas cuando se tratan con agua. Lo mejor es cocinarlas con aceite: salteadas, salteadas o fritas, su sabor se intensifica y su textura se mantiene firme y jugosa. Como tales, estas alubias no son precisamente la verdura dietética del verano, pero se comen muy bien y su textura hace que merezca la pena buscarlas.

El clásico plato chino de judías verdes fritas en seco es magnífico con judías largas, que absorben un poco de aceite durante el periodo inicial de fritura. La técnica de freír inicialmente las judías, seguida de un salteado con caldo y aromas, hace que la textura sea extraordinariamente jugosa, tierna y rebosante de sabor a judía verde. Se puede añadir carne picada de cerdo (habitual en la cocina china) o se puede prescindir de ella y saltearla con ajo, cebollas verdes y pimienta de Sichuan en grano para conseguir el característico efecto picante.

Un plato básico indonesio, las judías verdes con leche de coco, también se adapta bien a las judías verdes. Como las judías se saltean primero en aceite y luego se cuecen a fuego lento en leche de coco, cada bocado de judía rebosa de la dulzura de la base de coco. Me gusta acompañar las judías verdes con calabaza kabocha, ya que la textura carnosa de la calabaza también aguanta bien el líquido de cocción a fuego lento.

La próxima vez que vaya al mercado asiático, pruebe estas judías. Al ser tan largas, apenas hay que recogerlas: lavadas y cortadas en un minuto, están listas para cocinar. Por último, cuando compre estas judías en el mercado, tenga en cuenta que las hebras largas estarán blandas y ligeramente arrugadas incluso cuando estén frescas.

Consigue las recetas:

  • Frijoles largos fritos en seco de Sichuan
  • Frijoles Largos Con Kabocha Y Leche De Coco
Head Chef